El pelo crece y se desprende del folículo piloso de manera continua a lo largo de nuestra vida. Es natural y sano, renovamos igual que sucede con la piel, sin por ello necesariamente tener problemas capilares. Se calcula que solemos perder entre 70 y 100 cabellos al día.
Este ciclo se divide en tres fases:
Fase Anágena - el foliculo piloso crece
Fase Catágena - el pelo crece
Fase Telógena - el pelo muere y se desprende. Esta fase suele durar 3 meses.
La caída del pelo, o la alopecia, puede darse por diferentes factores: predisposición genética, hábitos (tipo de peinado, productos cosméticos y tratamientos agresivos), carencias nutricionales, infecciones por hongos, alteraciones hormonales, estrés o algunos medicamentos.
Alopecia androgenética: es la relacionada con alteraciones hormonales y factores hereditarios. Normalmente, suele tratarse con tratamientos hormonales.
Alopecia por desequilibrios endocrinos: suele presentarse cuando hay un hipertiroidismo o un hipotiroidismo no diagnosticado o mal controlado. La pérdida de cabello es difusa por todo el cuero cabelludo. Suele ser reversible una vez corregido.
Alopecia por anemia o desnutrición: El hierro participa en el ciclo, crecimiento y metabolismo energético del cabello. Esta alopecia se da por falta de hierro y es normalmente reversible. Suele ser más común entre mujeres, aunque puede darse en ambos sexos. Suele resolverse por sí sola una vez conseguimos de nuevo unos niveles de hierro adecuados.
Alopecia areata: puede presentarse en mujeres, hombres y niños. Está relacionada con el sistema inmunitario, ciertas enfermedades, el embarazo y tras situaciones de estrés o trauma. Suele aparecer en formas circulares aisladas y pequeñas, sin estar asociada de inflamación o descamación.
Alopecia por estrés: normalmente suele ser temporal y reversible, y está causada por una situación de nervios prolongada o un traumatismo.
Alopecia seborreica: producida por un exceso de sebo (grasa) en el folículo piloso del cuero cabelludo. Esta sustancia lubrica el cabello en situaciones normales, pero cuando se produce en exceso puede derivar en cabello graso y acumulación de caspa, taponando el folículo piloso y provocando la caída del cabello. Para tratarlo podemos usar lociones y champús que regulen la producción de sebo, contengan activos anti-caspa que inhiban el crecimiento Pityrosporum Ovale, o ingredientes que limpien y exfolien de manera suave las células muertas del cuero cabelludo.
L-Cistina: aminoácido que está involucrado en la regulación de la secreción de sebo. Antioxidante, restaura y revitaliza el folículo piloso.
Biotina: vitamina que estimula la fase de crecimiento del cabello, y que reduce la fase de caída. Su deficiencia es una de las causas de calvicie.
Isoflavonas de soja: Antioxidante, mejora la microcirculación sanguínea.
Zinc: Oligoelemento esencial para la piel y el funcionamiento para el sistema inmune. Mejora el crecimiento celular.
Hierro: Oligoelemento esencial para el organismo, que participa en el ciclo, crecimiento y metabolismo energético del cabello
Vitaminas del grupo B: Involucradas el creciemiento y metabolismo del folículo piloso y de la caída capilar. La levadura de cerveza es rica en vitaminas del grupo B.
Extractos vegetales: como ginko biloba, ginseng o Serenoa serrulata.
Cafeína: Estimula la microcirculación y el metabolismo de crecimiento celular del folículo piloso.
Niacinamida: vitamina B3, participa en la síntesis de queratina del pelo, hidrata y acondiciona. Mejora la circulación sanguínea.
Pantenol: Aporta hidratación, mejora la nutrición y protege el cuero cabelludo
Ácido salicílico: En concentraciones superiores al 2%, limpia y exfolia la piel, ablandando la queratina y eliminando las células muertas. Favorece la renovación celular. Suele utilizarse en casos de alopecia seborreica.
Minoxidil: activo vasodilatador que estimula el crecimiento del cabello en alopecia androgenética, por mejora de la irrigación del foliculo piloso. Suele formularse en solución, aunque también puede encontrarse en espuma o gel.
Biotina: vitamina que estimula la fase de crecimiento del cabello, y que reduce la fase de caída. Su deficiencia es una de las causas de calvicie.
